domingo, 12 de marzo de 2017

Cuida tu piel durante tu viaje



 En esta temporada veraniega -que en Cuba dura casi todo el año- las máscaras de belleza son indispensables para contrarrestar los estragos de un sol, que empieza a castigar desde las primeras horas de la mañana y reverbera, en ráfagas casi hirvientes, del mediodía en adelante.
Aunque toda la piel del cuerpo es susceptible de sufrir sus rigores, el rostro es la zona más expuesta a sus daños, pese a las gafas oscuras, pamelas, sombreros de media copa, gorras de amplia visera e incluso lociones y cremas antisolares, que proporcionan alguna protección pero no toda la necesaria. El viento y la humedad ambiental se unen, además, en un coctel de vapor  temerario, cuyos efectos repercuten en la fina textura del cutis y en el cuello.
Desde la época de nuestras abuelas, la miel de abejas es una especie de varita mágica que ayuda a restaurar la tersura y frescura, a controlar la resequedad de esa zona tan sensible. He aquí algunas variantes de  mascarillas fáciles de preparar y efectivas, en estos casos.
-Mezclar una cucharada de miel, una cucharadita de avena y otra de leche y aplicar sobre rostro y cuello -libres previamente de todo residuo de maquillaje-, durante 15 o 20 minutos, en los que debes permanecer en reposo. Retirar la máscara con agua al tiempo.
-Juntar dos cucharadas de miel y un plátano fruta reducido a puré -si es de la variedad manzana, mejor-. Esparcirla sobre toda la superficie ya mencionada y retirarla al cabo de media hora con agua tibia.
-También puedes aplicar la miel sobre y rostro y cuello, sin mezcla alguna, durante 10 o 15 minutos. O combinarla con una cucharada de aloe vera (sábila). Sus efectos suelen ser sorprendentes.
-Otro secreto para liberar el cutis de esas células muertas tan molestas, o someterlo a una limpieza semanal a fondo, es el siguiente: humedecer tu rostro, mojar también tus dedos y cubrirlos de azúcar blanca. Luego practicar con ellos un ligero masaje con movimientos circulares y hacia arriba en la superficie de rostro y  cuello. Enjuagar con agua fría.
-La textura de tu cutis se afinará visiblemente, recobrará su brillo natural, esplendoroso. Verás que vale la pena.

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