Si usted anda por La Habana y quiere nadar en el
Caribe, no tiene necesariamente que viajar a Varadero o a algún cayo
paradisíaco, porque en esta ciudad maravillosa hay de todo, hasta pocetas para
lanzarse a refrescare el incesante calor, siempre cuidándose de los recalos
folclóricos que salpican sus costas urbanas.
Antiguamente, los habaneros solían viajar hasta
Cojímar, a disfrutar una playa que, se dice, es la que recrea José Martí en su
emblemático poema Los Zapaticos de Rosa. El problema es que aquella rada, donde
el gran Hemingway conoció a los pescadores que le inspiraron obras como Islas
en el Golfo o El Viejo y el Mar, ahora es un basurero que da grima, y realmente
no es aconsejable meter siquiera un dedo del pie…
Antes del florecimiento del llamado Circuito
Azul, integrado por las Playas del Este, la gente aquí solía simplemente bañarse
en el Malecón, en particular donde desemboca la Calle E, conocida antaño como
Baños. Aún muchos fiñes se lanzan como clavadistas del célebre muro, pero las aguas
ahora no son precisamente limpias…
Entonces… ¿dónde lanzarse al mar en La Habana? Casa
Dos Hermanas le enseñaun varios lugares, luego usted elige cuál prefiere..
1.
Playa Guanabo: La más famosa playa habanera, bien distante
del corazón de la capital, pero pródiga en blancas arenas y cocoteros para
guarecerse del sol, pequeños negocios cerca de la costa y un agua cristalina y
refrescante.
2.
Playita de 16: Como su nombre indica,
este tramo de costa está al final de la calle 16, en Miramar. Solía ser un
sitio de moda, concurrido pero tranquilo, aunque en los últimos tiempos es
preferible ir a otro lugar. Total: diente de perro y mar sobra…
3.
Calle Baños: Esta poza en el
Malecón tiene profundidad y una armazón contra las olas buena para bañlarse,
siempre y cuando alguien le cuide la ropa. Ojo con los torpedos bio-hazards que
a ratos emergen. Para la anécdota vale. Nada más…
4.
Santa María del
Rosario: Cerca
de 10 kilómetros playas de arena fina hacen de este el epicentro del turismo al
este de la capital, con varios hoteles, villas de veraneo y dunas
espectaculares.
5.
Tarará: Considerada la
mejor playa de La Habana por sus arenas blancas y aguas cálidas. Cuenta con una
marina dedicada a la pesca y el buceo.
6.
Coney Island: La vieja aristocracia
habanera inundó el oeste de la capital con clubes que la Revolución rebautizó
como circulos sociales obreros, cada uno con áreas de baño delimitadas. Mencionamos
el Coney, pero igual puede llegarse al Náutico, la Copa, el Fontán, el
Ferretero o el Marcelo Salado. Se exige carnet de asociado, pero una buena
gestión abre cualquier puerta.
7.
Baracoa: No más salir de La
Habana, tras pasar Jaimanitas y Santa Fe, esta la Baracoa del occidente, no
confundir con la Ciudad Primada. Otrora feudo veraniego de millonarios y
políticos, ahora sus playas están rodeadas de casas de renta, paladares y “timbiriches”
para matar el hambre y la sed entre chapuzones.
8.
Playa del Chivo: Rincón apartado al
cruzar el túnel de la bahía, antes de llegar a los edificios del Hospital
Naval, esta playa es feudo de los adeptos al cruising, o sea, ni se le ocurra
ir en familia
9.
Mégano: Una perfecta
desconocida, y por ende, mejores playas habaneras, con aguas turquesas y de un
frescor que compensa el grosor de sus arenas. Mucha paz y poca gente, una
combinación ideal para desconectar.
10.
Boca Ciega: Una favorita de los
amantes de la cancha, por los frontones que la rodean, esta playa tiene una
arena finísima y limpia, y aguas cristalinas, a medio camino entre Guanabo y Santa
María del Rosario.
11.
Bacuranao: Quizás la más concurrida
de las playas del Este, por la cercanía de las rutas de ómnibus y taxis,
Bacuranao se presta para tomar el sol y ejercitarse en la arena, aunque sus
aguas tienen la calidez del Caribe.
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